Nuestra Cantabria infinita nos ha permitido disfrutar de un soleado y bonito día de playa. Aunque a algunos nos daba un poco de miedo subir al barco, al final nos ha encantado a todos y queríamos repetir el paseo a la vuelta.
El almuerzo al aire libre nos ha dado las fuerzas necesarias para a continuación bajar a la playa y no parar de construir y destruir castillos de arena y los más atrevidos han hecho hoyos tan profundos que han encontrado agua la justa para refrescar los pies.
Ha sido un maravilloso día.
Gracias a las mamás que nos han acompañado y a María porque por ellas ha sido todo más fácil.
4 AÑOS B